The Legal Impacts of COVID-19 in the Travel, Tourism and Hospitality Industry

Lo anterior no es una preocupación de poca monta, puesto que la economía mundial se mueve actualmente gracias a las relaciones de movilidad empresarial que producen grandes inversiones en materia hotelera, hospitalaria, alimentaria, transporte y recreación. De estas inversiones depende, en gran medida, el funcionamiento de miles de pequeños y medianos empresarios, organizados en empresas familiares, micro, pequeñas y medianas, que no cuentan con una solvencia importante para mantener el pago de salarios, obligaciones bancarias, tributarias y fiscales, por varios meses – y esto sin recibir el más mínimo ingreso. Estos gremios consideran que ellos son los que están soportando el gran peso de la crisis del COVID-19, dado que sobre los pequeños y medianos empresarios cae una gran deuda social, sabiendo de antemano que son ellos los que se organizan legalmente, pagando impuestos, tributando con nominas legalizadas, además de atender una parte de la población mundial que busca recreación y salud mental. Por ello, con sentida razón, los gremios asociados del turismo en Colombia – entre los que figuran: la ANATO (Asociación Colombiana de Agencias de Viajes y Turismo), la COLTECO (Asociación Hotelera y Turística de Colombia) y la ACOTUR (Asociación Colombiana de Turismo Responsable) – le han manifestado al presidente de la República, Iván Duque, la imposibilidad de mantener los empleos de millones de personas que trabajan en el sector, pidiendo una rápida ayuda de emergencia antes de que todo se derrumbe. Al respecto se han planteado en Colombia algunas soluciones, tales como la propuesta hecha por el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, para que Bancóldex, lance una línea de crédito denominada “Colombia Responde”, que cuenta con un cupo de 250 mil millones de pesos y pretende aliviar el flujo de caja de las empresas de turismo. Los empresarios turísticos reconocen que es una salida poder endeudarse con créditos rápidos de tasas favorables, pero lo que ellos necesitan, con urgencia, son subsidios que les permitan mover el flujo de caja, una vez que muchos de los empresarios son de pequeñas o medianas empresas, algunas familiares que no reunirán la condiciones que exigen las entidades crediticias. Piden, por el contrario, que les devuelvan los parafiscales que ellos mismos aportan al FONTUR (Fondo Nacional de Turismo), el cual es alimentado por las cotizaciones de los empresarios del turismo. Pero, existe un gran obstáculo en esta solicitud, puesto que según el destino de estos recursos no se puede utilizar para emergencias económicas sino otros menesteres: “los recursos recaudados por FONTUR se destinan a la ejecución de proyectos de infraestructura, competitividad, promoción y mercadeo con el fin de incrementar el turismo interno y receptivo, de acuerdo con la Política de Turismo que establezca el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo”. Sin embargo, el cambio de destinación de estos recursos se podría hacer bajo el amparo de los decretos de emergencia económica, como se hizo con los fondos del FONPET (Fondo Nacional de Pensiones de las Entidades Territoriales), los cuales fueron utilizados para prestarle dinero a los empresarios. Otra solución propuesta por el gremio turístico y hotelero es quedar exentos del pago del IVA y de predial durante seis meses. A la fecha, el proyecto ya cuenta con el respaldo de

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