The Legal Impacts of COVID-19 in the Travel, Tourism and Hospitality Industry

juntos emplean aproximadamente a 1.100.000 (un millón cien mil) personas, de las cuales el 35% está en situación de informalidad. Antes que la pandemia ocupara todos nuestros titulares, la verdad es que el país se debatía sobre cuál era la mejor forma de remontar una deuda externa impagable y unos índices de desocupación y pobreza alarmantes. ¿Que nos dice el mundo? Bueno, a nivel internacional, Deloitte, por ejemplo, imaginaba un escenario de recuperación en setiembre para viajes domésticos, en noviembre para corporativos, y en diciembre para internacionales. ¿Será así para el hemisferio sur? En Argentina, las predicciones más optimistas hablan de 6 meses de recuperación, las pesimistas de año o año y medio. Asumimos nuestra vulnerabilidad, pese a que, con nuestros avances y retrocesos, actuamos a tiempo y con resguardo. ¿Problemas jurídicos a resolver? Muchísimos, pero ese tema se abordará en el futuro. Antes que la pandemia ocupara todos nuestros titulares, apelábamos a la conciencia ambiental, decíamos en cada COP de la importancia de que nuestros líderes se guiaran por datos científicos y no por tweets espasmódicos. Hoy, por un estudio de Harvard, sabemos que la contaminación nos hace más vulnerables al COVID-19. Puntualizábamos lo imprescindible de la colaboración internacional, porque los problemas globales son de todos y no de tal o cual nación, y como decía Yuval, “Proporcionar una mejor atención sanitaria a iraníes y chinos ayuda a proteger a israelíes y estadounidenses”; así que los pobres no son de África o de América Latina, son de la Tierra. Antes que la pandemia ocupara todos nuestros titulares, instábamos a recordar que no somos ni Europa ni China, y que, a mayor pobreza, mayor vulnerabilidad, ya que gran parte de la población vive hacinada, y al día, donde aislarse es un lujo, vulnerables al cambio climático, a las enfermedades, o a lo que fuere. Pero este “lo que fuere” ya llegó y, como el cisne negro que es, rompió con todas las predicciones y cumplió con todas las fatalidades. No nos sirven los ejemplos del SARS del 2003, ni los de la gripe H1N1 del 2008 – para nosotros son ya muy lejanos. El emperador Marco Aurelio – tan de moda en estos días –, que algo supo de estas cuestiones, decía en sus Meditaciones que “El tiempo es como un río de sucesos y un flujo violento. En cuanto algo se ve, ya ha pasado de largo y otra cosa distinta es la que pasa, pero que también pasará”, y si hoy estamos viendo cómo y cuándo salir del aislamiento, situación compleja porque coincidirá con el pico de contagio que se espera en Mayo, en el futuro, dejaremos de lado la pluma de la fatalidad y la bitácora de la tristeza. No obstante, la administración de esta salida gradual y segmentada será probablemente el más difícil de los desafíos estatales. La OMT nos propone 32 acciones posibles sobre la base de tres ejes: a) Gestionar y Mitigar; b) Estimular y Recuperar; y c) Prepararse para el

RkJQdWJsaXNoZXIy NzgyNzEy