The Legal Impacts of COVID-19 in the Travel, Tourism and Hospitality Industry

ello, garantías de funcionamiento a los agentes de viaje, de forma de que los turistas puedan, ante el incumplimiento y luego de tener una sentencia judicial favorable, dicha garantía no podrá ser afectada sin una sentencia judicial firme de condena. Lo cierto es que los turistas, consumidores, que no estén dispuestos a aceptar una solución propuesta por el prestador, y en la medida que no existe ninguna norma que impida reclamar sus derechos, distintas instancias administrativas o judiciales para realizar su reclamo, como lo son el Área Defensa del Consumidor o el Ministerio de Turismo, que ha asumido cierta competencia en la materia, donde previa mediación y, en caso de no obtenerse un resultado, o directamente, podrán acceder a la llamada Justicia de pequeñas causas para reclamos menores a cien. VIII. El Nuevo Escenario Pos-COVID-19 Resulta claro que, en la medida de un contralor efectivo del contagio y tratamientos eficaces, el turismo – por lo que establecen los analistas – podrá tener una rápida recuperación, ya demostrada en eventos anteriores, como, por ejemplo, el 11 de setiembre, en Nueva York, lo que implicará una adecuada gestión de la crisis. Tan pronto como los turistas comiencen a viajar, seguramente los prestadores, a través de sus cadenas de distribución y comercialización, comenzarán a realizar ofertas de productos turísticos, que llegarán a manos de los consumidores de la forma más diversa. Asistiremos, seguramente, a un nuevo turismo, donde le turismo de masas será visto con cierta reticencia por parte de los turistas, y, una vez más, las empresas turísticas serán llamadas a innovar en sus propuestas de forma tal de atraer corrientes turísticas. Los Estados deberán afrontar los nuevos desafíos de esta “nueva normalidad”, y el régimen legal más adecuado es uno de ellos, tanto en la protección de empresas como de consumidores ante situaciones donde el incumplimiento contractual tiene características imprevisibles e irresistibles. Así, los Estados deben anteponer valores como la vida y la salud, al goce de otros derechos tomando medidas drásticas que limitan libertades individuales y empresariales. En la actualidad uruguaya, los agentes de viaje deberán negociar con las aerolíneas ante la imposibilidad de cumplir con los contratos, soluciones que deberán trasladar luego a los pasajeros, con la incertidumbre que esto genera. Los turistas que decidan no aceptar y soliciten la devolución frente a la agencia o los demás prestadores podrán acceder a los