Derecho del Turismo en las Américas

1330 DERECHO DEL TURISMO EN LAS AMÉRICAS diversificarse, agregando al concepto “todo incluido”, que hizo conocida a la República Dominicana el mundo, con facilidades turísticas diferentes tales como: campos de golf, parques temáticos, acuarios, centros de convenciones e infraestructuras turísticas inmobiliarias como villas y apartamentos turísticos, entre otros. Para inicios de los años 80, el país contaba con solo cinco mil habitaciones hoteleras, y, a fines del 2014, esa oferta se situaba en casi setenta mil habitacio‑ nes. De los trescientos ochenta y tres mil turistas que arribaban en 1980, hoy la cifra de llegadas supera ampliamente los seis millones de visitantes. Destacando que esta última década ha presenciado también un crecimiento del turismo interno. Estos resultados extraordinarios de evolución de un sector de la economía no han sido fruto de la casualidad. A la decisión política de lograrlo se sumó un marco legal adecuado a las diversas necesidades. En efecto, este marco reflejó fielmente las decisiones gubernamentales toma‑ das en pos de dicho crecimiento. Así, el país atravesó diversos períodos que coinciden, en mayor o menor medida, con los intereses del momento. Con esto en cuenta, la fase evolutiva de la inversión a nivel legal pudiera caracterizarse por la diferenciación de los períodos que se describen a continuación: 1) Etapa inicial de Incentivos al Turismo – desde el año 1971, hasta mediados de 1980: se caracterizó por la necesidad de brindar un marco idóneo para la creación de infraestructuras hoteleras. Para ello, se sancionó la Ley 153‑71, que otorgaba importantes exenciones impositivas para proyectos turísticos nuevos. La promoción de una oferta hotelera original y accesible, contri‑ buyó, sin lugar a dudas, a un posicionamiento envidiable en el contexto internacional. La República Dominicana inicia, entonces, su camino a convertirse en uno de los destinos turísticos líderes entre los países latinoamericanos; 2) Etapa de crecimiento de inversión turística – desde mediados de los años 80, hasta el año 2001: las facilidades impositivas e incentivos turísticos fueron efectivos. Se refleja, en este período, un increíble aumento en la construcción de nuevos hoteles en el país, principalmente en los polos turísticos de Puerto Plata, Playa Dorada y Punta Cana. El país pasa de contar con ocho mil habi‑ taciones a más de cincuenta mil. La llegada de turistas también se multiplica de casi setecientos mil, en 1985, a tres millones de visitantes, en el año 2000, según fuentes del Banco Central de la República Dominicana;

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