Derecho del Turismo en las Américas
Organización Institucional y Política Turística 279 pilan los trabajos de diferentes autores españoles como Monfort Mir, Torres Bernier, Pulido Fernández, entre otros, y en Política Económica del Turismo , coor‑ dinada por este último economista en el año 2012. También este criterio se encuentra, parcialmente presente, en la República Argentina, en el desarrollo del Plan Federal Estratégico de Turismo Sustentable 2016 (PFETS). Al respecto y refiriéndose a aquel señala Wallingre (2018: 29): “ (…) Reconoce que la política turística se subordina fundamentalmente a los ejes rectores de la política económica y de ordenamiento territorial ”. En contraste con los enfoques economicistas, Schenkel (2015: 215) pone de relieve la complejidad que requiere el estudio de la política turística argentina y propone un análisis político que deja en claro los conflictos e intereses que toda política pública encierra. Señala al respecto: “ En este sentido, se destaca que el turismo es un fenómeno construido que emerge a partir de la concepción político ‑económica imperante. Por lo tanto, las políticas turísticas diseñadas llevan consigo las ideas y valores del gobierno y las relaciones de este con los demás actores políticos y económicos ”. Bosch y Merli (2017: 14‑15) proponen, en tanto, una distinción entre la política turística y las políticas públicas relacionadas con la actividad, al seña‑ lar: “ Cuando hacemos referencia al turismo, por sus características y naturaleza, en función de los numerosos elementos que intervienen en su conformación, es opor‑ tuno reconocer a las políticas públicas relacionadas con la actividad, es decir, que benefician de manera indirecta al turismo. Muchas veces esta relación está implí‑ cita en los fundamentos que dieron origen a esas políticas y otras veces deben deducirse, en ocasiones por documentación complementaria o discursos del más alto nivel de decisión política de una provincia, de una localidad o de una nación, que no se traslada de manera escrita a ninguna norma, plan o proyecto. Sin embargo, se pueden identificar políticas turísticas, sin mayores dificultades, cuando las rela‑ cionamos a la elaboración y/o modificación de reglamentos específicos de la actividad, infraestructuras de acceso a atractivos turísticos, promoción de inversio‑ nes destinadas al desarrollo de servicios que integran la estructura de producción de la actividad, capacitación de recursos humanos para el sector, entre otras iniciati‑ vas. Las políticas turísticas que benefician de manera directa o indirecta al turismo, tienen como objetivo la resolución de temas o problemas que hacen al turismo como actividad económica y se pueden identificar también aquellas políticas sociales como principal objetivo. En general, como se ha dicho, y en el turismo en particu‑ lar, el objetivo económico y social que tienen las políticas públicas no se pueden disociar fácilmente ” .
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