Derecho del Turismo en las Américas

40 DERECHO DEL TURISMO EN LAS AMÉRICAS de conocer y compartir valores, actividades e identidades culturales a lo largo y ancho de todo el globo terráqueo. Por ello, se puede afirmar que esta expedición de hace 500 años, fue una de las semillas más importantes del fenómeno contemporáneo de la globalización. Aunque no se puede afirmar que aquel primer viaje tuviera como objetivo principal el descubrimiento de otros lugares y civilizaciones, la consecuencia del mismo fue que el mundo, por primera vez se hizo uno y, al margen de los inte‑ reses económicos, nació el interés por otras formas de vida, por conocer otros lugares, por entender otras culturas y por contarlo. De ahí el papel fundamental que en la descripción de esas nuevas tierras descubiertas tuvo Antonio Piafetta, el principal cronista de la expedición. Desde aquella primera circunnavegación, han sido muchas las personas, ilus‑ tres y desconocidas, que han emprendido viajes con la finalidad de conocer otras sociedades, sus culturas y sus valores. Es claro que aquellos navegantes de hace cinco siglos no eran viajeros en el sentido moderno del término y mucho menos turistas, pero lo que aquéllos y éstos tienen en común es, sin duda, su interés por conocer otros entornos, otras gentes y otros modos de vida. Más de 1.500 millones de personas - lo que equivale prácticamente a la quinta parte de la población mundial- viajaron por el mundo en 2019 según la Organi‑ zaciónMundial del Turismo (OMT). El número de llegadas de turistas registrado a nivel global se ha incrementado en los últimos años de manera constante, un 9,7% entre 2017 y 2019. Estos viajes han supuesto unos ingresos por exportaciones generadas por el turismo de 1,7 billones de dólares US, lo que convierte al sector en una de las industrias más importantes desde la perspectiva económica; una industria carac‑ terizada por mejorar la vida de millones de personas, por contribuir a poner fin a la pobreza, a combatir las desigualdades dentro de los países y entre ellos, a eliminar la discriminación y la violencia, a construir sociedades más justas e inclusivas, a empoderar a las mujeres y a proteger al planeta y sus recursos natu‑ rales. Una industria capaz de generar nuevas vías de ingresos para la comunidades locales a través del empleo y que pone en valor culturas y modos de hacer distin‑ tos a los propios. No hay una sola forma de viajar y por ello, hay tantos tipos de viajeros como posibilidades de viaje. En todo caso, cuando se habla de millones de desplaza‑ mientos en todo el mundo no solo tenemos que referirnos a las contribuciones beneficiosas que genera este sector, sino que debemos tener también presentes los impactos negativos que es susceptible de generar. Del mismo modo, que