Derecho del Turismo en las Américas

Derecho del Turismo en las Américas 41 Magallanes y Elcano dejaron su impronta en aquellas primeras poblaciones, lo mismo hacen hoy los millones de turistas que se desplazan por el mundo. Por ello, se hace absolutamente necesario regular las distintas interacciones que esta actividad produce sobre los destinos que la soportan, para potenciar los efectos positivos que generan y combatir los que no lo son. En este sentido, el derecho se articula como una herramienta fundamental, no sólo para proteger al viajero en su desplazamiento, sino también para proteger a las comunidades donde se desarrolla esa actividad turística. Hablamos de una actividad de masas susceptible de incidir sobre el medioambiente, el patrimonio, los recursos y las comunidades. Por eso, el derecho tiene que velar por articular un marco que garantice la protección de todos los intereses implicados, potenciando la actividad turística, como fuente de recursos económicos y culturales, y asegurando al mismo tiempo que dicha actividad contribuye a mejorar la sociedad y el espacio físico sobre la que se desarrolla. Debemos ser conscientes de que cuestiones como la estacionalidad, la elevada afluencia a algunos destinos, el medioambiente, el cambio climático, la seguri‑ dad, la movilidad, la energía, la gestión de los residuos en clave de economía circular, los nuevos modelos de participación ciudadana y en definitiva, la propia gobernanza turística, siguen estando muy presentes en nuestra gestión diaria. La búsqueda de lo diferente, el ansia de conocer otras culturas ha sido y es el motor que ánima a viajar. La cultura y el turismo son dos dimensiones, dos materias, dos realidades que están plenamente vinculadas y a las que les toca convivir. La cultura proporciona al turismo, lo mismo que el turismo proporciona a la cultura, valiosas herramientas para fomentar e institucionalizar la adquisición de conocimientos sobre realidades diversas y diferentes en todo el mundo. Ambas dimensiones, por separado, pero también de forma conjunta, están llamadas a seguir desarrollándose y ampliándose de una manera sostenible para continuar creando valor añadido y riqueza a todos los países, y en especial a todos aquellos que se vieron unidos por la circunnavegación de Magallanes y Elcano. Por ello esta obra, que suma para la mejora de la ejecución del turismo en las Américas, puede ofrecer una plusvalía a la forma de acercarse a los recursos cul‑ turales de las sociedades, coadyuvando a que la conservación, el respeto y el disfrute de todos los patrimonios sea un valor compartido por todos los ciuda‑ danos y administraciones.

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