Derecho del Turismo en las Américas

482 DERECHO DEL TURISMO EN LAS AMÉRICAS La actual Constitucional conlleva una serie de cambios y desafíos para el sistema político y estructural del Estado boliviano, y para comprenderlo, basta interpretar el Artículo Primero que define a Bolivia de la siguiente manera: “ Bolivia se constituye en un Estado Unitario Social de Derecho Plurinacional Comunitario, libre, independiente, soberano, democrático, intercultural, descen‑ tralizado y con autonomías. Bolivia se funda en la pluralidad y el pluralismo político, económico, jurídico, cultural y lingüístico, dentro del proceso integrador del país ”. Al decir que Bolivia es un Estado Unitario Social de Derecho Plurinacional Comunitarios, nos muestra una naturaleza jurídica de un Estado que no es “fede‑ rado” ni “confederado”. Esta caracterización del Estado reconoce la preexistencia de pueblos y naciones indígenas originarias, con una composición abigarrada de nacionalidades, clases y estratos sociales dispersos en las ciudades y áreas rurales. La Tercera Parte, “ Estructura y Organización Territorial del Estado ”, Titulo I, Capítulo Primero, Disposiciones Generales, define “ Organización Territorial del Estado ”, de la siguiente manera: “Artículo 269. I. Bolivia se organiza territorialmente en departamentos, provin‑ cias, municipios y territorios indígena originario campesinos ”. La incorporación del último acápite – territorios indígena originario campe‑ sinos – dentro de la organización territorial nacional, podría originar algunas perturbaciones en su interpretación y accionar de algunos aspectos de orden público dentro de un municipio; por ejemplo, en los aspectos geográficos, podrían generarse ciertas divisiones territoriales por el afán de obtener mayores espacios que permitan a estas colectividades, encontrar algunas condiciones de riqueza para que puedan labrar mejores sus condiciones de vida, ya sea en el orden social en el orden político, económico, medio ambiental u otros ámbitos. Bajo esta visión, obviamente de suposiciones especulativas, puede generarse ciertos problemas por el propio afán del hombre en lograr mayores espacios para sí o para su colectividad. Un espacio territorial organizado es la base fundamental para realizar un ade‑ cuado y óptimo desarrollo de la actividad turística; por tanto, si estas unidades territoriales están debidamente organizadas y conscientes de que el turismo es una actividad socioeconómica que les puede retribuir grandes beneficios, sus