Derecho del Turismo en las Américas
764 DERECHO DEL TURISMO EN LAS AMÉRICAS VIII. No Traiga Mascotas ni Plantas, ni Busque Souvenir Naturales : además de estar prohibido introducir al territorio cualquier material vivo, estos pueden causar un daño irreversible por enfermedades y contaminación genética; tampoco busque recuerdos como objetos de souvenir que deterioren los recursos, deje todo intacto, tal como el lugar lo acogió. Puede tomar fotografía y filmar y si tiene tiempo para pintar, hágalo. Serán los mejores y perdurables recuerdos que usted tenga de su visita a la Antártica; IX. Mantener los Lugares Considerados Históricos : la huella del hombre se dibuja sobre el territorio, convirtiéndose en un museo congelado en el tiempo. Todos estos lugares deben preservarse con extrema preocupa‑ ción, dado que son el testimonio y la enseñanza de parte de la historia de la humanidad y, además, sujetos de investigación histórico ‑arqueológico; y X. Exija a su Operador Turístico Cumplir los Principios de Conducta Ambiental : utilice solo los operadores turísticos que respeten las nor‑ mativas ambientales de los acuerdos y que lo certifiquen. Actúe como un fiscalizador por la defensa del medio ambiente y sea un buen ejem‑ plo de conducta ambiental. 5. A MODO DE CONCLUSIÓN Los mayores tesoros adquiridos en cualquier ciudadano nacido a orillas del Estrecho de Magallanes se dan cuenta con el tiempo: la importancia de la perte‑ nencia y de la preciada cualidad de ser un guardián de estas riquezas otorgadas por la vida y la aventura de tantos navegantes y exploradores que surcaron estas aguas. Estas que, con valentía, imprimían la firmeza en el timón y la indicación precisa para extender el velamen de sus naves, percibiendo estoicos, en las torre‑ tas y en carne propia, el rigor de los vientos que adornaban las grandes extensiones de la Patagonia y los misterios de la Tierra de los Fuegos, más allá de los limites de un mundo desconocido – aquel de los hielos eternos, el más alto de todos y en el que se guardan las intensidades más gigantescas de un planeta solitario del este espacio nuestro, aquel que sustentaba el equilibrio de añejas tierras en donde afloraron las diversas culturas de la civilización. Esta tierra es única y nunca ha perdido ese valor, somos herederos de tal patri‑ monio para su amplio conocimiento y que aún perdura en las mentes más
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NzgyNzEy