Derecho del Turismo en las Américas

Perfil Jurídico de la Actividad Turística en Cuba 947 Cuba – ha dicho Don Fernando Ortiz – es un ajiaco; y con ello compara a la cultura nacional con el plato típico, en el que sus componentes, diversos entre sí, se mezclan y sin perder cada uno su naturaleza de forma definitiva producen un resultado sorprendente. Cuba tiene enormes potencialidades culturales que ofre‑ cer a los visitantes, entre las cuales: ciudades coloniales, costumbres, religiosidad popular, arte, bailes, cine, música, fiestas tradicionales y nuevas, folclore. Desde una visión más reflexiva, se debe pensar qué cultura se desea mostrar al turismo. Es un reto, pues utilizar las enormes potencialidades de Cuba, en su perfil cultural, supone presentar lo mejor de nuestras tradiciones y no una ver‑ sión de las mismas. Esta manifestación, si bien ha tenido y tiene, en la actualidad, numerosas expresiones concretas (intercambios culturales, ferias, eventos, entre otros), apunta, a nuestro entender, a uno de los aspectos más profundos de la identidad nacional y, como tal, debe ser tenida en cuenta. La actividad turística, se trate de la tradicional o de formas nuevas, aún en desarrollo y expansión, no debe apuntar únicamente al crecimiento de los indi‑ cadores económicos sino, cada vez más, a ser una actividad respetuosa de la persona y de su dignidad, del medio ambiente y, en definitiva, a su sostenibili‑ dad 29 . Esta noción de sostenibilidad no está asociada solamente al impacto ambiental de la actividad turística y, reconducible por tanto, de manera particu‑ 29 El Artículo 8 de la Resolución No. 50 de 2014 del Mintur disciplina, detalladamente, el principio de sostenibilidad: 8.1. El Turismo de Naturaleza, de Aventuras y Rural, se sustentan en principios de sostenibilidad, entre los que se encuentran los siguientes: 8.2. Sostenibilidad Ambiental : a. Potenciar las áreas donde se contemplan el manejo integrado de los recursos y procesos ambientales, el respeto a la complejidad funcional, los mecanismos de autorregulación y estabilidad ambien‑ tal; el mantenimiento de la integridad de los hábitats, los ciclos y ritmos de la naturaleza; que garanticen la no degradación de los valores naturales. b. Promover actividades que no agoten recursos escasos, no renovables o espe‑ cies en peligro de extinción. c. Seleccionar los sitios donde existe capacidad de manejo para el control de riesgos y desastres. d. Mantener y mejorar la calidad de los paisajes, tanto urbanos como rurales, evitando la degradación física y visual del ambiente. e. Apoyar la conservación de áreas naturales, hábitats y vida silvestre minimizando posibles impactos negativos. f. Minimizar la contaminación del aire, agua y tierra y la generación de desechos sólidos por parte de empresas turísticas y visitantes. Garantizar la gestión final de los desechos. 8.3. Sostenibilidad Económica : a. Potenciar la consolidación de un esquema integral de autofinanciamiento para el desarrollo de estas modalidades turísticas, con el objetivo de lograr su aseguramiento y eficiente funcionamiento; incorporar mecanismos de abastecimiento para las mismas que aprovechen las potencialidades de todas las formas productivas a escala local, en correspondencia con la actualización del modelo económico cubano. b. Asegurar la via‑ bilidad y competitividad de tal manera que la operación continúe prosperando y tenga beneficios a largo plazo. c. Proporcionar beneficios financieros para la conservación de las áreas donde se desarrolle la actividad. d. Potenciar el desarrollo local, a partir de los beneficios financieros que reporta y de la participación de las comunidades locales. 8.4. Sostenibilidad Espacial : a. La localización y gestión eficiente de áreas y productos turísticos de naturaleza. b. La existencia de planes de ordenamiento territorial de las formas de ocupación, incorporación, apropiación y organización del espacio; sobre la base de la valoración de la diversidad y las propiedades geoecológicas de cada unidad ambiental.

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