Derecho del Turismo en las Américas

Turismo en Cuba: Panorama del Marco Legal Vigente 959 Para la consecución de estos objetivos, la Direccion General de Desarrollo del Turismo, subordinado al Ministerio de Turismo, es el principal organismo de referencia por parte de la Administración Central del Estado. Será, más específi‑ camente, el responsable de controlar la implementacion de la referida estrategia, eliminar las deficiencias existentes y garantizar que el uso adecuado de los recur‑ sos se incluya en las politicas, programas y planes a todos los niveles territoriales. En paralelo con las normas contenidas en la Resolución 129/2017, existen otros instrumentos a considerar en las políticas y gestión ambiental por parte de las organizaciones turísticas en el desarrollo de sus actividades. Ellos son: • La Estrategia Ambiental Nacional, los planes, programas y proyectos de desarrollo economico y social, vinculantes con el Esquema Nacional de Ordenamiento Territorial (ENOT); • La Ley No. 81, del Medio Ambiente, de fecha 11 de julio de 1997; • El Decreto‑Ley No. 212, Gestion de la Zona Costera, de fecha 8 de agosto de 2000; d) El resto de la legislacion ambiental vigente, incluidas las nor‑ mas tecnicas en materia de proteccion ambiental, uso y manejo de las aguas terrestres y maritimas. Con especial enfasis en las Normas Cubanas de ver‑ timiento de residuales NC 521: 2007 y NC 27: 2012; • Las regulaciones establecidas en los Planes de Ordenamiento Territorial de los polos turisticos; • El Decreto No. 327, Reglamento del Proceso Inversionista, de fecha 11 de octubre de 2014; • El Sistema de Informacion Ambiental de Estandar Internacional como las Normas ISO, en especial la 14001: 2015, disenada para establecer un Sistema de Gestion Ambiental (SGA) efectivo; y • El Decreto‑Ley No. 200, De las contravenciones en materia de medio ambiente, de fecha 22 de diciembre de 1999. A todo lo anterior, debe añadirse que la Estrategia Ambiental del Sistema de Turismo para el período 2017–2020 detalla las metas, acciones estratégicas e indicadores a tener en cuenta para su implementación. Con lo cual, una vez concluida su vigencia temporal, corresponderá evaluar sus resultados, proponer acciones de mejora y diseñar una estrategia para el período siguiente, que conti‑ núe dando respuesta a los retos que supone la actividad turística para el uso de territorios y recursos.

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