Derecho del Turismo en las Américas

Transversalidad y Realidad del Derecho Público del Turismo 83 como factor esencial de paz y comprensión internacional. Asimismo, emerge la idea de turismo sostenible, que habrá de convertirse, como se ha visto, en uno de los paradigmas insoslayables de cualquier política turística. De esta manera, comienza a decantarse una visión más rica del turismo que toma en considera‑ ción su complejidad y advierte tanto de beneficios más extensos como de posibles perjuicios inherentes al mismo. Esta línea principialista se consolidará con la declaración que formula, en 1989, la Organización Mundial del Turismo, en colaboración con la Unión Interparlamentaria, resaltando los valores humanistas del turismo y las posibili‑ dades que el mismo ofrece a un mejor conocimiento de los individuos y de los pueblos. De esta forma, no puede extrañar que el último paso significativo dado en este proceso haya sido el desarrollo del principio de ética turística. En 1999, la Asamblea General de la OMT, reunida en Chile, aprobó el Código Ético Mundial para el Turismo, y el 21 de diciembre de 2001, la Asamblea General de las Naciones Unidas lo hizo suyo, reconociendo “la importante dimensión y el papel del turismo como instrumento positivo para aliviar la pobreza y mejorar la calidad de vida de todas las personas, su potencial para contribuir al desarrollo económico y social, especialmente en los países en desarrollo, y su incipiente papel de fuerza vital para la promoción del entendimiento, la paz y la prosperi‑ dad a nivel internacional” 8 . Si a esta línea argumental se une la fuerza adquirida por la internacionaliza‑ ción del turismo sostenible, a la que inmediatamente se hará referencia, podrá entenderse la apuesta que se hace por una consolidación de una doctrina inter‑ nacional sobre las prácticas turísticas y que, progresivamente, ha de ir reforzando su importancia y su influencia sobre los hábitos nacionales. Cuestiones clásicas como la conservación medioambiental, pero también novedosas como la seguri‑ dad global o el desarrollo de la mencionada ética turística, son cuestiones que necesitan de una visión y conciencia global. Como en tantas otras cosas, las fronteras nacionales son escenarios demasiado reducidos para tener una visión cabal de las exigencias de una política turística racional. B. La sostenibilidad como principio rector de la política turística Como es conocido, el concepto de desarrollo sostenible adquiere carta de natu‑ raleza con el informe elaborado por la Comisión Mundial sobre el Medio 8 Resolución adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 21 de diciembre de 2001.

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